Desde el descenso exitoso en Marte por las naves Viking en 1976 al del rover Perseverance en 2021, el sistema de abordo que guió y controló en forma autónoma estas naves durante su descenso, ha tenido que adoptar nuevas tecnologías e innovaciones para responder a los crecientes desafíos científicos y, a veces, económicos de esas misiones. Estos desafíos se expresan mayormente en el aumento del tamaño y peso de las estaciones científicas y vehículos móviles que deben posarse sobre la superficie del planeta rojo, además de un aumento en la accesibilidad a terrenos con mayor potencial científico. En esta presentación voy a detallar los desafíos y la respuesta tecnológica a lo largo de más de 40 años de descensos en Marte, culminando con los desafíos presentes en la nueva misión de la NASA que, en colaboración con ESA, va a recoger y a traer a la Tierra las muestras del suelo marciano que están siendo adquiridas corrientemente por Perseverance.